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IA y Sostenibilidad: ¿Un Futuro Verde?

IA y Sostenibilidad: ¿Un Futuro Verde?

¿Es la IA una tecnología verde o gris? Te mostramos cómo la IA es capaz de ayudarte en la consecución de tus objetivos ESG.

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31 oct 2024

Renaiss Team

Business

Ya es un hecho que la IA es el avance tecnológico del siglo. La adopción de esta tecnología ha crecido exponencialmente y ya forma parte de nuestras vidas cotidianas, habiendo revolucionado e influenciado sectores que van desde la industria de la moda hasta la educación. Sin embargo, a medida que la IA se posiciona como la tecnología del futuro, son cada vez más los que se cuestionan cómo de sostenible es esta tecnología, o cómo impactará el medio ambiente. 

Así, surge una pregunta necesaria: ¿cuál será el impacto de la IA en la sostenibilidad? Al objeto de dar respuesta a esta pregunta, el presente artículo explorará la relación existente entre IA y la sostenibilidad, los desafíos implicados y las consideraciones éticas a tener en cuenta.  

La sostenibilidad

Si bien es sencillo precipitarse a adoptar un determinado posicionamiento personal ante tan candente debate, se hace necesario asegurar que tal posicionamiento se realice siempre de forma informada. Así, es primero imperativo tener un completo entendimiento del concepto de sostenibilidad y sus implicaciones sociales. La sostenibilidad es un concepto que, si bien en sus orígenes estaba estrechamente ligado al cuidado y preservación medioambiental, desde el siglo XX se ha expandido para incluir otros aspectos que afectan a la manera en que la sociedad se desarrolla hoy en día. 

La sostenibilidad es, a grandes rasgos, un proceso dinámico y holístico enfocado al balance total de las necesidades económicas, sociales y ambientales de nuestra sociedad, y que tiene como fin el asegurar el bienestar presente y futuro de las generaciones. La sostenibilidad conlleva, por tanto, un uso adecuado de los recursos naturales, el abordaje del cambio climático o la adecuada gestión de la innovación tecnológica para el beneficio general, entre otros. 

Encontramos organizaciones que tienen como objetivo ayudarnos a entender cuáles son los aspectos esenciales de la sostenibilidad, tales como la Comisión del Medio Ambiente y el Desarrollo, cuyas investigaciones en el año 1987 ya apuntaban a que la sostenibilidad es, e implica, “un desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones”, a través del cuidado de los ecosistemas y de la generalización de prácticas éticas y responsables en la satisfacción de las necesidades actuales.

¿Cómo complementa la IA a la sostenibilidad?

Ya familiarizados con las nociones básicas de este concepto, podemos reflexionar sobre cómo afecta realmente la IA a la sostenibilidad. En este sentido, es innegable que la IA supone una herramienta disruptiva para gestionar un gran número de amenazas a la sostenibilidad. Por ejemplo, su utilización es destacable en relación a la gestión de desafíos naturales, debido a su capacidad de identificar patrones a través del análisis de grandes cantidades de datos. Esta capacidad exhibe también gran potencial como herramienta para un óptimo análisis y gestión de ecosistemas completos, como la agricultura, sector en el que ya podemos observar aplicaciones de la IA tales como la optimización del uso del agua o fertilizantes, encaminados a reducir el impacto ambiental de estas prácticas. 

Destacando también el potencial de la IA para la sostenibilidad, un estudio realizado por Microsoft determinó que esta tecnología puede catalizar procesos y reducir la huella de carbono que dejan muchas empresas, siempre a través de su correcto uso. En la gran mayoría de los casos, en términos de sostenibilidad, es más importante el uso que se hace de una herramienta que la propia herramienta en sí. La IA puede tener un impacto positivo en la media que exista un uso ético, responsable y equitativo de la misma.

Otro área de la sostenibilidad que puede verse altamente beneficiada de la sinergia entre la IA y la sostenibilidad es la gestión energética. La IA es capaz de usar algoritmos avanzados para determinar cómo fuentes de energía, tales como los paneles solares, pueden funcionar de forma más eficiente, y a la vez detectar, e incluso predecir, daños no apreciables a simple vista. 

Asimismo, la IA puede mejorar las evaluaciones Ambientales, Sociales y de Gobernanza (“ESG” por sus siglas en inglés) de las empresas, mostrando un gran potencial en varias dimensiones clave:

  • Sostenibilidad en la cadena de suministro, gracias a sistemas de predicción de demanda y gestión de inventarios.

  • Mantenimiento predictivo, que identifica y soluciona problemas técnicos a tiempo, reduciendo residuos y evitando sustituciones innecesarias.

  • Gestión eficiente de recursos, maximizando el uso de materiales y energía.

  • Optimización logística, disminuyendo costes, consumo de combustible e impacto medioambiental.

Sin embargo, es importante reconocer que el desarrollo y la implementación de Inteligencia Artificial también presenta un desafío en materia de sostenibilidad. El entrenamiento de modelos de IA requiere una gran cantidad de energía, lo que puede conllevar una huella de carbono significativa. Además, la IA requiere de datos para arrojar resultados, y esta dependencia puede exacerbar injusticias y desigualdades preexistentes en aquellos escenarios en que los datos utilizados no son lo suficientemente objetivos o representativos. Por lo tanto, el desarrollo y la utilización ética y responsable de los sistemas de IA es fundamental para garantizar  que sus beneficios se distribuyan de manera equitativa y que no se perpetúen los problemas ambientales y sociales.

En esta misma línea, el Congreso Internacional Inteligencia Artificial, Innovación, Economía y Empresa (CIECEM) explica que, más allá de los beneficios que la IA pueda traer consigo, el verdadero impacto de esta tecnología dependerá de que sea usada de manera correcta. Es la correcta implementación práctica lo que determinará el potencial de la relación entre la sostenibilidad y la IA. Un uso poco ético y responsable puede desembocar en un  consumo energético desorbitado, en el aumento de la desigualdad  en la población, o en malas prácticas y errores que pueden afectar negativamente a las empresas y al medioambiente. 

¿Cuáles son los riesgos de la IA para la sostenibilidad?

Si bien la IA puede ser capaz de revolucionar industrias y de ofrecer soluciones a grandes desafíos globales, su desarrollo y aplicación presentan una amenaza menos conocida: su impacto ambiental. Por esta razón, es posible observar desventajas asociadas a, por ejemplo, los desechos electrónicos, desechos que contienen elementos nocivos que pueden contaminar el medioambiente de no ser gestionados de manera adecuada.

Desde otra perspectiva, la automatización de procesos y su impacto en los empleos es una problemática objeto de gran debate, ya que la IA exhibe gran potencial para automatizar y optimizar procesos y esto puede convertir algunos puestos de trabajo en prescindibles, generando una posible desigualdad social y económica.

Del mismo modo, el consumo energético es otra conocida desventaja de los sistemas y modelos de IA. Es bien sabido que la Inteligencia Artificial requiere de un gran volumen de datos para operar. El procesamiento de estos datos conlleva un gran consumo de energía, con la consecuente generación de calor que ello supone y requiriendo de un sistema de refrigeración que, por lo general, impacta negativamente a la atmósfera a través de la emisión de gases como el ozono.

En el año 2022, la ONU abordaba en uno de sus congresos la problemática que supone la producción de 62 millones de toneladas de basura, que proviene exclusivamente de productos electrónicos, de los cuales los refrigerantes recapturados, uno de los principales motores de la IA, suponían una gran parte (41 millones de toneladas). 

También con relación a la contaminación medioambiental, un estudio de la Universidad de Massachusetts Amherst revela que el entrenamiento de un solo modelo de IA de gran tamaño puede generar casi 284.000 kg de Co2e. Esto equivale a las emisiones de cinco automóviles a lo largo de su vida útil. 

Otro riesgo que representa la IA está relacionado con los derechos fundamentales; esta tecnología puede pronunciar desigualdades existentes en la sociedad si es utilizada e implantada de forma incorrecta. Ejemplos de este riesgo coyuntural son la brecha digital y el sesgo algorítmico, dos problemáticas que pueden derivarse de una utilización irresponsable o errónea de sistemas de IA, y que pueden afectar a la igualdad de oportunidades o derechos en la sociedad.    

IA y Sostenibilidad: Use Cases

Dejando a un lado el debate, es una realidad que la IA se está posicionando como una herramienta de gran utilidad para el abordaje de los grandes problemas de la sostenibilidad. Los “use case” de la IA en el ámbito de la sostenibilidad, si bien muy recientes, son muchos y presentan gran potencial. A continuación, algunos de los más relevantes: 

  • Predicción de desastres naturales: al analizar datos satelitales y patrones climáticos, la IA puede anticipar desastres naturales, tales como inundaciones, sequías o incendios forestales, permitiendo así una respuesta más rápida y eficaz.

  • Optimización energética: la IA permite gestionar de manera más eficiente el consumo de energía en edificios, industrias y ciudades, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero.

  • Agricultura de precisión: mediante el uso de sensores y drones, la IA ayuda a los agricultores a optimizar el uso de agua, fertilizantes y pesticidas, aumentando la producción y reduciendo el impacto ambiental.

  • Conservación de la biodiversidad: la IA se utiliza para monitorear ecosistemas, detectar la deforestación y proteger hábitats naturales, contribuyendo a la conservación de la biodiversidad.

  • Gestión de residuos: la IA puede optimizar las rutas de recolección de residuos, mejorar la clasificación y fomentar el reciclaje, reduciendo la cantidad de residuos que llegan a los vertederos.

¿Cómo será el futuro?

La IA será una potente herramienta en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (“ODS”), pudiendo mejorar la eficiencia energética en edificios y ciudades, optimizar la gestión de recursos naturales, y permitir el desarrollo de materiales y procesos más sostenibles. En este sentido, ya hay estudios que apuntan a que la IA podría facilitar el cumplimiento del 79% de los ODS, y hasta el 93 % si consideramos únicamente los ODS medioambientales.

Esto ya es una realidad para muchas empresas. En la misma línea, Mckinsey and Company explica de manera detallada cómo el 60% de las empresas creen que la IA es clave para alcanzar los ODS a futuro. Además, sus expertos piensan que la IA puede ayudar a abordar otros desafíos, como la pobreza, la desigualdad, el cambio climático o la escasez de recursos. El citado estudio también revela que las empresas que utilizan la IA para impulsar la sostenibilidad suelen ser más innovadoras y competitivas.

Concretamente, un área de la sostenibilidad donde la IA destaca especialmente es en la optimización de los recursos naturales, jugando un papel crucial en la transición hacia una economía circular a través de la facilitación de la gestión de residuos y la promoción de la reutilización y el reciclaje de materiales. Así, Google destaca que la Inteligencia Artificial puede reducir hasta un 10% las emisiones de carbono, además de optimizar procesos productivos, mejorar la eficiencia energética y fomentar la adopción de energías renovables. Asimismo, Google señala que las empresas que invierten en IA y sostenibilidad suelen experimentar un mayor crecimiento y una mejor reputación de marca.

Abordando también los desafíos que la IA supone en términos de sostenibilidad, la UNESCO destaca la importancia de desarrollar una IA más verde, minimizando su impacto ambiental y consumo energético. La organización también enfatiza la necesidad de adoptar un enfoque holístico que considere los impactos sociales y éticos de la IA y promueva la colaboración entre diferentes actores para garantizar una transición justa hacia una economía más sostenible.

En conclusión, la simbiosis entre Inteligencia Artificial y sostenibilidad se encuentra en un punto de inflexión. La IA, con su capacidad para analizar grandes cantidades de datos y aprender de ellos, se posiciona como una herramienta indispensable para abordar los desafíos ambientales y sociales que enfrentamos.

No obstante, su desarrollo y aplicación deben ir acompañados de una reflexión ética y social encaminada a garantizar que los beneficios de esta tecnología se distribuyan de manera equitativa, y que no se agraven las desigualdades existentes. Además, es necesario abordar los desafíos asociados a la sostenibilidad de los desarrollos, tales como el consumo energético y la generación de residuos electrónicos.  Para aprovechar al máximo el potencial de la IA y construir un futuro más sostenible, es necesario fomentar la colaboración entre científicos, ingenieros, políticos y civiles.

¿Quieres dar el siguiente paso hacia un futuro más verde? En Renaiss, somos expertos en el desarrollo de soluciones de IA basadas en infraestructura sostenible y eficiente. Contáctanos para explorar cómo podemos ayudar a tu empresa en la consecución de sus objetivos ESG a través de la Inteligencia Artificial.

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